sábado, 27 de abril de 2013

LOS LOCOS DE LA ANESTESIA

En 1847 el periódico inglés "British Packet and Argentine News", que funcionaba cerca de la Plaza de Mayo, publicaba una nota titulada “Vapour of Ether” (Vapor de éter).


Este artículo detallaba la utilización de la primera anestesia en la ciudad de Buenos Aires, practicada por un médico y cirujano dental:


“…Unos pocos días atrás fuimos testigos de una cirugía de corrección de estrabismo (strabismus convergens) en un paciente que estaba bajo la influencia narcótica del vapor de éter realizada por el Dr. Tuksbury en su casa de la calle Perú, asistido por el Dr. Aubain. El resultado parece ser exitoso, ya que el ojo deformado quedó en perfectas condiciones inmediatamente después de la operación…”


 


“…Observamos que transcurridos alrededor de cuatro minutos el paciente comenzó a reír como si estuviese bajo la influencia de una intoxicación alcohólica, y mientras se quitaba violentamente el tubo de su boca se incorporó y preguntó: ‘¡Qué están haciendo?’ Luego de pasar algunos minutos en tranquilizarlo, tiempo durante el cual se disiparon los primeros efectos del éter, se lo persuadió para que repitiera la inhalación…”

“…Luego de colocar al enfermo en una posición adecuada, el doctor Tuksbury procedió de inmediato a realizar la operación (que generalmente es muy dolorosa) durante la cual el paciente no evidenció el menor sufrimiento o sensibilidad...”

“…Al colocarle el vendaje, cerca de diez minutos después de la operación, levantó la cabeza y preguntó con sorpresa: ‘¡Qué!, ¿está todo terminado?’, y en unos pocos minutos sus sentidos se restablecieron perfectamente. Al preguntársele como se sentía, contestó que bien, y que ‘había tenido un sueño placentero’...”

Tiempo después, en el año 1899, el camarógrafo francés Eugene Py, pionero del cine en la Argentina, filmó en el viejo Hospital de Clínicas, una intervención quirúrgica que practicó el prestigioso cirujano argentino Dr. Alejandro Posadas.

En la película, que se conserva en la Fundación Cinemateca Argentina y dura 3 minutos 40 segundos, se ve a Posadas operando, intentando resecar un quiste del pulmón derecho a un enfermo.

También puede verse al anestesiólogo Dr. Rodolfo Roccatagliata que tiene en su mano derecha un frasco, del cual deja caer lentamente un fármaco (cloroformo) sobre una máscara anestésica. Posadas, su ayudante quirúrgico y el anestesista visten largos guardapolvos blancos con las mangas remangadas hasta el antebrazo, sin gorro, ni barbijo, ni guantes, conforme a las normas de asepsia de la época.

Esta se trata de la primera operación filmada en el mundo, y no se conocen películas de estas características anteriores a la mencionada.

 

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sábado, 27 de abril de 2013

LOS LOCOS DE LA ANESTESIA

En 1847 el periódico inglés "British Packet and Argentine News", que funcionaba cerca de la Plaza de Mayo, publicaba una nota titulada “Vapour of Ether” (Vapor de éter).


Este artículo detallaba la utilización de la primera anestesia en la ciudad de Buenos Aires, practicada por un médico y cirujano dental:


“…Unos pocos días atrás fuimos testigos de una cirugía de corrección de estrabismo (strabismus convergens) en un paciente que estaba bajo la influencia narcótica del vapor de éter realizada por el Dr. Tuksbury en su casa de la calle Perú, asistido por el Dr. Aubain. El resultado parece ser exitoso, ya que el ojo deformado quedó en perfectas condiciones inmediatamente después de la operación…”


 


“…Observamos que transcurridos alrededor de cuatro minutos el paciente comenzó a reír como si estuviese bajo la influencia de una intoxicación alcohólica, y mientras se quitaba violentamente el tubo de su boca se incorporó y preguntó: ‘¡Qué están haciendo?’ Luego de pasar algunos minutos en tranquilizarlo, tiempo durante el cual se disiparon los primeros efectos del éter, se lo persuadió para que repitiera la inhalación…”

“…Luego de colocar al enfermo en una posición adecuada, el doctor Tuksbury procedió de inmediato a realizar la operación (que generalmente es muy dolorosa) durante la cual el paciente no evidenció el menor sufrimiento o sensibilidad...”

“…Al colocarle el vendaje, cerca de diez minutos después de la operación, levantó la cabeza y preguntó con sorpresa: ‘¡Qué!, ¿está todo terminado?’, y en unos pocos minutos sus sentidos se restablecieron perfectamente. Al preguntársele como se sentía, contestó que bien, y que ‘había tenido un sueño placentero’...”

Tiempo después, en el año 1899, el camarógrafo francés Eugene Py, pionero del cine en la Argentina, filmó en el viejo Hospital de Clínicas, una intervención quirúrgica que practicó el prestigioso cirujano argentino Dr. Alejandro Posadas.

En la película, que se conserva en la Fundación Cinemateca Argentina y dura 3 minutos 40 segundos, se ve a Posadas operando, intentando resecar un quiste del pulmón derecho a un enfermo.

También puede verse al anestesiólogo Dr. Rodolfo Roccatagliata que tiene en su mano derecha un frasco, del cual deja caer lentamente un fármaco (cloroformo) sobre una máscara anestésica. Posadas, su ayudante quirúrgico y el anestesista visten largos guardapolvos blancos con las mangas remangadas hasta el antebrazo, sin gorro, ni barbijo, ni guantes, conforme a las normas de asepsia de la época.

Esta se trata de la primera operación filmada en el mundo, y no se conocen películas de estas características anteriores a la mencionada.

 

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