miércoles, 24 de abril de 2013

CUANDO UNA MUJER NAZI, FUE TAPA DE "EL GRAFICO"

El 17 de marzo de 1934 llegaron al puerto de Buenos Aires un grupo de pilotos y científicos alemanes que venían a experimentar con algo novedoso y extraño llamado “vuelo a vela” (vuelo sin motor o con planeadores).
Los principales objetivos del viaje eran fomentar esta práctica e investigar las condiciones climáticas para esta actividad en América del Sur.

El grupo estaba liderado por Walter Giorgii, el más prestigioso meteorólogo del mundo en ese entonces, y varios pilotos, entre ellos Hanna Reistch, una hermosa adolescente alemana casi desconocida.

Los pilotos electrizaron al país. Uno de ellos, tras volar siete horas sobre Buenos Aires y alrededores, aterrizó en la plaza frente a la Estación de Retiro, a la vista de miles de sorprendidos porteños que regresaban a su casa.

Sin embargo, Hanna Reistch fue tapa de la revista "El Gráfico" en abril de 1934. El efecto que causó ver a una mujer vistiendo pantalones y campera de cuero cruzando los cielos en aviones sin motor, fue inmenso. Numerosas mujeres la imitaron ingresando a las academias de vuelo, aunque varias abandonaron, cediendo a presiones familiares y machistas.

Hanna se convirtió en la primera mujer en volar un planeador en el mundo. Sin embargo, su mancha más grave fue amar al nacionalsocialismo. Así accedió a los círculos íntimos de Hitler, quien la tenía en alta estima.

Siendo piloto de pruebas de la Fuerza Aérea Alemana, Reitsch fue muchas veces lesionada y herida en servicio. Por sus servicios a la nación alemana se le otorgó la Cruz de Hierro de Primera Clase y la Cruz de Hierro de Segunda Clase.

Tras la caída del régimen, la joven intentó convencer a Hitler de que huyera de Berlín, pero el dictador se negó. Ella entonces atravesó la ciudad en llamas bajo fuego de artillería, aunque tiempo después cayó prisionera de los norteamericanos.

El escritor e investigador Carlos De Napoli considera que Hitler logró salir con vida de Berlín en el avión pilotado por Reitsch y de allí se marchó para Sudamérica para vivir luego en San Carlos de Bariloche. Otros investigadores sostienen que ella no habría sido enviada para estudiar el clima sino para encontrar un lugar acorde para el exilio final del Furher.

Hoy, una pequeña calle en Ciudad Jardín, Prov. de Buenos Aires recuerda su nombre.

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CUANDO UNA MUJER NAZI, FUE TAPA DE "EL GRAFICO"

El 17 de marzo de 1934 llegaron al puerto de Buenos Aires un grupo de pilotos y científicos alemanes que venían a experimentar con algo novedoso y extraño llamado “vuelo a vela” (vuelo sin motor o con planeadores).
Los principales objetivos del viaje eran fomentar esta práctica e investigar las condiciones climáticas para esta actividad en América del Sur.

El grupo estaba liderado por Walter Giorgii, el más prestigioso meteorólogo del mundo en ese entonces, y varios pilotos, entre ellos Hanna Reistch, una hermosa adolescente alemana casi desconocida.

Los pilotos electrizaron al país. Uno de ellos, tras volar siete horas sobre Buenos Aires y alrededores, aterrizó en la plaza frente a la Estación de Retiro, a la vista de miles de sorprendidos porteños que regresaban a su casa.

Sin embargo, Hanna Reistch fue tapa de la revista "El Gráfico" en abril de 1934. El efecto que causó ver a una mujer vistiendo pantalones y campera de cuero cruzando los cielos en aviones sin motor, fue inmenso. Numerosas mujeres la imitaron ingresando a las academias de vuelo, aunque varias abandonaron, cediendo a presiones familiares y machistas.

Hanna se convirtió en la primera mujer en volar un planeador en el mundo. Sin embargo, su mancha más grave fue amar al nacionalsocialismo. Así accedió a los círculos íntimos de Hitler, quien la tenía en alta estima.

Siendo piloto de pruebas de la Fuerza Aérea Alemana, Reitsch fue muchas veces lesionada y herida en servicio. Por sus servicios a la nación alemana se le otorgó la Cruz de Hierro de Primera Clase y la Cruz de Hierro de Segunda Clase.

Tras la caída del régimen, la joven intentó convencer a Hitler de que huyera de Berlín, pero el dictador se negó. Ella entonces atravesó la ciudad en llamas bajo fuego de artillería, aunque tiempo después cayó prisionera de los norteamericanos.

El escritor e investigador Carlos De Napoli considera que Hitler logró salir con vida de Berlín en el avión pilotado por Reitsch y de allí se marchó para Sudamérica para vivir luego en San Carlos de Bariloche. Otros investigadores sostienen que ella no habría sido enviada para estudiar el clima sino para encontrar un lugar acorde para el exilio final del Furher.

Hoy, una pequeña calle en Ciudad Jardín, Prov. de Buenos Aires recuerda su nombre.

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