lunes, 12 de marzo de 2012

PORTEÑOS QUERIBLES: 
      EL VISIONARIO SR. DIAZ

Rafael tenía 15 años, era vendedor en una mercería de la calle Chacabuco y a la noche dormía sobre el mostrador del negocio.

Un día su empleador viendo su esfuerzo, le dijo: "Usted va a ir al Paraíso, Rafael, usted tiene un chalecito reservado en el cielo".

Y en 1927 terminó de construir su sueño: un chalet normando como uno que había visto en Mar del Plata.

Así inauguró Muebles Díaz, que se convirtió en una de las grandes tiendas de muebles de Buenos Aires. Pero todo el mundo la conocía como la mueblería del chalecito.

Como vivía en Banfield, no podía volver a almorzar: entonces, creó allí su segundo hogar. Comía en la primera planta, hacía una siestita ni muy corta ni muy larga, y volvía a trabajar.


En días claros, desde su chalet se podía ver la costa del Uruguay. Desde esas ventanas, el señor Díaz vio, bloque por bloque, cómo levantaron el Obelisco en 1936. También fue testigo de la apertura de la 9 de Julio.


Hoy, para llegar al chalet hay que subir por ascensor. En la planta baja funciona la administración del edificio, y en el primer piso, oficinas con alfombra gris y muebles modernos. Al último piso se llega por una escalerita de caracol y está vacío. Pero ese ambiente mantiene la esencia de la casa.


Finalmente Don Rafael falleció en 1968 y luego de pasar a manos de sus hijos, por años estuvo abandonado y oculto. El chalet, fue sede de una agencia de modelos y el laboratorio de un fotógrafo.


Ah… Rafael Díaz compró una antena de radio y lanzó la frecuencia Broad Casting Muebles Díaz, que, desde el chalet, mechaba promociones de la casa con temas musicales. Cuando la radiodifusión se reguló en el país, Díaz no estuvo dispuesto a pagar un peso por su radio. Y cedió su antena a una nueva emisora: esas resultaron ser las primeras transmisiones de Radio Rivadavia.


Dirección para algún despistado: Sarmiento 1113. Sino, pararse en el Obelisco y automáticamente mirar para arriba.







3 comentarios:

  1. Qué historia la de esa casita que siempre veía con admiración y curiosidad.
    Me encanta este blog!
    Gracias

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  2. Gracias por acercarnos permanentemente historias tan interesantes de nuestra ciudad, creo esta historia la leí en un libro de Daniel Balmaceda,tal cual Uds. la cuentan, puede ser?? gracias

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  3. Que bueno que sacaron el cartel que en algún momento lo ocultaba

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lunes, 12 de marzo de 2012

PORTEÑOS QUERIBLES: 
      EL VISIONARIO SR. DIAZ

Rafael tenía 15 años, era vendedor en una mercería de la calle Chacabuco y a la noche dormía sobre el mostrador del negocio.

Un día su empleador viendo su esfuerzo, le dijo: "Usted va a ir al Paraíso, Rafael, usted tiene un chalecito reservado en el cielo".

Y en 1927 terminó de construir su sueño: un chalet normando como uno que había visto en Mar del Plata.

Así inauguró Muebles Díaz, que se convirtió en una de las grandes tiendas de muebles de Buenos Aires. Pero todo el mundo la conocía como la mueblería del chalecito.

Como vivía en Banfield, no podía volver a almorzar: entonces, creó allí su segundo hogar. Comía en la primera planta, hacía una siestita ni muy corta ni muy larga, y volvía a trabajar.


En días claros, desde su chalet se podía ver la costa del Uruguay. Desde esas ventanas, el señor Díaz vio, bloque por bloque, cómo levantaron el Obelisco en 1936. También fue testigo de la apertura de la 9 de Julio.


Hoy, para llegar al chalet hay que subir por ascensor. En la planta baja funciona la administración del edificio, y en el primer piso, oficinas con alfombra gris y muebles modernos. Al último piso se llega por una escalerita de caracol y está vacío. Pero ese ambiente mantiene la esencia de la casa.


Finalmente Don Rafael falleció en 1968 y luego de pasar a manos de sus hijos, por años estuvo abandonado y oculto. El chalet, fue sede de una agencia de modelos y el laboratorio de un fotógrafo.


Ah… Rafael Díaz compró una antena de radio y lanzó la frecuencia Broad Casting Muebles Díaz, que, desde el chalet, mechaba promociones de la casa con temas musicales. Cuando la radiodifusión se reguló en el país, Díaz no estuvo dispuesto a pagar un peso por su radio. Y cedió su antena a una nueva emisora: esas resultaron ser las primeras transmisiones de Radio Rivadavia.


Dirección para algún despistado: Sarmiento 1113. Sino, pararse en el Obelisco y automáticamente mirar para arriba.







3 comentarios:

  1. Qué historia la de esa casita que siempre veía con admiración y curiosidad.
    Me encanta este blog!
    Gracias

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  2. Gracias por acercarnos permanentemente historias tan interesantes de nuestra ciudad, creo esta historia la leí en un libro de Daniel Balmaceda,tal cual Uds. la cuentan, puede ser?? gracias

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  3. Que bueno que sacaron el cartel que en algún momento lo ocultaba

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