lunes, 27 de febrero de 2012

PORTEÑOS QUERIBLES: “DALMIRITO” 

A la vuelta de uno de sus viajes, Dalmiro Castex apareció con un aparato ruidoso y raro en extremo, que despertaba curiosidad y temor a su paso.
Era un Daimler de vapor, que llevaba la caldera bajo el asiento y alcanzaba 60 Km/h. Una cadena mandaba directamente el eje trasero, convirtiéndolo en una "máquina de patinar".

Cuenta Castex como anécdota: "El general Roca era un asiduo acompañante y un día, siendo presidente, el general me dijo: Vamos a dar un paseo, Dalmirito".
Florida, Perú, llegaron al Parque Lezama y ante las calles embarradas, Varela Castex recelaba su Daimler. "Bajemos por acá", indicó Roca señalando la barranca de Brasil. Descendieron entre patinadas de cordón a cordón, adquiriendo peligrosa velocidad. Los pequeños frenos no eran suficientes para su tremendo peso. En un instante estuvieron en el bajo, por ese entonces Paseo de Julio. Restablecida la calma, Roca, que había tenido que sostenerse afirmándose a la manija exclamó: "¡Caramba, muchacho! No sabía que los caballos de tu caldera fueran tan ariscos. Si no se amansan vamos a tener que mandarlos a la remonta".


El hecho que importara este y otros vehículos generó un par de polémicas o controversias en la vida de Castex.
La primera de ellas se le presentó en la aduana. Costó convencerlos de que "eso" (el triciclo a vapor que venía pieza por pieza en una caja) era un automóvil.
Más tarde en 1895 trajo un Benz (a bencina) con encendido eléctrico alimentado por un acumulador de 2 Voltios.
Esto también le trajo algún que otro problema ya que Varela Castex entendía que, lógicamente le correspondía la patente Nº 1 pero el intendente de Buenos Aires también quiso tener el mismo número. A pesar de las protestas y quejas de nuestro amigo en 1910 y con la mediación del presidente de la nación Roque Sáenz Peña, dicha patente pasó a manos del Intendente de la ciudad y Varela Castex aceptó la que le otorgó la Municipalidad pero le agregó un uno (1) pequeño.

Dalmiro Varela Castex es recordado como fundador y primer presidente del Automóvil Club Argentino. 


Metejon de Barrio


lunes, 27 de febrero de 2012

PORTEÑOS QUERIBLES: “DALMIRITO” 

A la vuelta de uno de sus viajes, Dalmiro Castex apareció con un aparato ruidoso y raro en extremo, que despertaba curiosidad y temor a su paso.
Era un Daimler de vapor, que llevaba la caldera bajo el asiento y alcanzaba 60 Km/h. Una cadena mandaba directamente el eje trasero, convirtiéndolo en una "máquina de patinar".

Cuenta Castex como anécdota: "El general Roca era un asiduo acompañante y un día, siendo presidente, el general me dijo: Vamos a dar un paseo, Dalmirito".
Florida, Perú, llegaron al Parque Lezama y ante las calles embarradas, Varela Castex recelaba su Daimler. "Bajemos por acá", indicó Roca señalando la barranca de Brasil. Descendieron entre patinadas de cordón a cordón, adquiriendo peligrosa velocidad. Los pequeños frenos no eran suficientes para su tremendo peso. En un instante estuvieron en el bajo, por ese entonces Paseo de Julio. Restablecida la calma, Roca, que había tenido que sostenerse afirmándose a la manija exclamó: "¡Caramba, muchacho! No sabía que los caballos de tu caldera fueran tan ariscos. Si no se amansan vamos a tener que mandarlos a la remonta".


El hecho que importara este y otros vehículos generó un par de polémicas o controversias en la vida de Castex.
La primera de ellas se le presentó en la aduana. Costó convencerlos de que "eso" (el triciclo a vapor que venía pieza por pieza en una caja) era un automóvil.
Más tarde en 1895 trajo un Benz (a bencina) con encendido eléctrico alimentado por un acumulador de 2 Voltios.
Esto también le trajo algún que otro problema ya que Varela Castex entendía que, lógicamente le correspondía la patente Nº 1 pero el intendente de Buenos Aires también quiso tener el mismo número. A pesar de las protestas y quejas de nuestro amigo en 1910 y con la mediación del presidente de la nación Roque Sáenz Peña, dicha patente pasó a manos del Intendente de la ciudad y Varela Castex aceptó la que le otorgó la Municipalidad pero le agregó un uno (1) pequeño.

Dalmiro Varela Castex es recordado como fundador y primer presidente del Automóvil Club Argentino. 


Metejon de Barrio