miércoles, 29 de febrero de 2012

"¿TIENE COCAINA PARA LA TOS?"

El pedido podía escucharse abiertamente en las boticas y farmacias desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX, cuando la cocaína y otros productos obtenidos de la hoja de coca eran de venta libre.


Se usaba para aliviar la tos o el dolor de estómago, para vigorizar y como anestésico local, entre muchas otras aplicaciones.

"Se tomaba en las boticas en forma de jarabe, generalmente como antitusivo o analgésico, hasta que fue superada por otros medicamentos", cuenta Marcelo Peretta, vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de Buenos Aires.

El propio Jorge Luis Borges probó la cocaína que compró en una farmacia. Aunque años más tarde confesó que prefirió quedarse con las pastillas de menta porque le parecían más estimulantes.


Metejon de Barrio.
 

 

En la foto, una botica en el año 1905.

miércoles, 29 de febrero de 2012

"¿TIENE COCAINA PARA LA TOS?"

El pedido podía escucharse abiertamente en las boticas y farmacias desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX, cuando la cocaína y otros productos obtenidos de la hoja de coca eran de venta libre.


Se usaba para aliviar la tos o el dolor de estómago, para vigorizar y como anestésico local, entre muchas otras aplicaciones.

"Se tomaba en las boticas en forma de jarabe, generalmente como antitusivo o analgésico, hasta que fue superada por otros medicamentos", cuenta Marcelo Peretta, vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de Buenos Aires.

El propio Jorge Luis Borges probó la cocaína que compró en una farmacia. Aunque años más tarde confesó que prefirió quedarse con las pastillas de menta porque le parecían más estimulantes.


Metejon de Barrio.
 

 

En la foto, una botica en el año 1905.