lunes, 17 de diciembre de 2012

LOS CHINITOS PORTEÑOS

La confitería "Los Dos Chinos" fue fundada el 11 de octubre de 1862 por Carlos Gontaretti, en un tiempo en el que los comercios todavía no tenían nombre propio.

Aquel primer dueño compró dos estatuas de chinos provenientes de un barco anclado en el antiguo puerto de la Ciudad y las puso en la puerta de su local para decorar.

Pronto, las esfinges dieron su impronta a la esquina de Chacabuco y Potosí (actual Alsina) que pasaría a denominarse "esquina de los dos chinos".
Entonces, Gontaretti la bautiza con el nombre que el boca a boca y el ingenio popular había señalado.

En la decada de 1890, la confitería se trasladó a la esquina de enfrente, ubicación que perduró hasta 1974. Esta fue su época de esplendor, y era frecuentada por escritores de Caras y Caretas (que trabajaban cerca) y por importantes personajes de la vida politica y social como Bartolomé Mitre, Leandro N. Alem e Hipólito Yrigoyen.

Tambíen pasó por sus salones Enrico Caruso, el genio lírico, en cuyo honor los pasteleros de Los Dos Chinos crearon un postre que todavía lleva su nombre. Caruso a cambio, dejó como reconocimiento un retrato autografiado.

En el año 1975, ya con nuevos dueños, trasladó su tradicional casa matriz al edificio que hoy ocupa en San Telmo. La empresa creció y se adaptó nuevas tecnologías, aparecieron nuevas sucursales y ventas al exterior, además de otros negocios como un hotel 4 estrellas y un salón de fiestas.

Hoy en día, y a punto de cumplir su 150 Aniversario, Los Dos Chinos es uno de los bastiones más tradicionales de la gastronomía porteña.


En la foto: No se ven los chinos, pero es la antigua confitería en Chacabuco y Alsina.



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lunes, 17 de diciembre de 2012

LOS CHINITOS PORTEÑOS

La confitería "Los Dos Chinos" fue fundada el 11 de octubre de 1862 por Carlos Gontaretti, en un tiempo en el que los comercios todavía no tenían nombre propio.

Aquel primer dueño compró dos estatuas de chinos provenientes de un barco anclado en el antiguo puerto de la Ciudad y las puso en la puerta de su local para decorar.

Pronto, las esfinges dieron su impronta a la esquina de Chacabuco y Potosí (actual Alsina) que pasaría a denominarse "esquina de los dos chinos".
Entonces, Gontaretti la bautiza con el nombre que el boca a boca y el ingenio popular había señalado.

En la decada de 1890, la confitería se trasladó a la esquina de enfrente, ubicación que perduró hasta 1974. Esta fue su época de esplendor, y era frecuentada por escritores de Caras y Caretas (que trabajaban cerca) y por importantes personajes de la vida politica y social como Bartolomé Mitre, Leandro N. Alem e Hipólito Yrigoyen.

Tambíen pasó por sus salones Enrico Caruso, el genio lírico, en cuyo honor los pasteleros de Los Dos Chinos crearon un postre que todavía lleva su nombre. Caruso a cambio, dejó como reconocimiento un retrato autografiado.

En el año 1975, ya con nuevos dueños, trasladó su tradicional casa matriz al edificio que hoy ocupa en San Telmo. La empresa creció y se adaptó nuevas tecnologías, aparecieron nuevas sucursales y ventas al exterior, además de otros negocios como un hotel 4 estrellas y un salón de fiestas.

Hoy en día, y a punto de cumplir su 150 Aniversario, Los Dos Chinos es uno de los bastiones más tradicionales de la gastronomía porteña.


En la foto: No se ven los chinos, pero es la antigua confitería en Chacabuco y Alsina.



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